SANTA ANA Y SAN JOAQUÍN, ORACIÓN PARA GRAVES PROBLEMAS Y NECESIDADES

Oh bendita santa Ana, oh bienaventurado san Joaquín, 
elegidos por Dios como padres de la Santísima Virgen María,

que estáis llenos de compasión por quienes os invocan 

y cargados de amor para los que padecen necesidad, 

ahora que me encuentro pasando por graves problemas  
acudo confiadamente y fervorosamente ante vosotros,

pues todo lo espero de vuestro eficaz valimiento. 

 Por favor dignaos presentar mis peticiones en los Cielos 

para que consiga la ayuda que con humildad solicito.

 

Oh gloriosísimos padres de María Santísima, 

amados protectores y consumados abogados míos:

me alegro con vosotros por aquella felicidad que tuvisteis

cuando, después de muchos ruegos y oraciones,

os avisó el Ángel enviado del Altisímo

que habíais de tener una Hija, tan santa, tan pura,

que estaría destinada al mayor privilegio,

ser Madre de Jesús, el Salvador y Redentor del mundo. 

Por las muchas gracias que Dios os concedió, 

por vuestro esfuerzo en ser leales y virtuosos,

por las muchas buenas obras que hicisteis en vuestra vida

a vosotros clamo y recurro en mi infortunio y pesar, 

con toda mi fe y mi esperanza os suplico

me recibáis en vuestros caritativos corazones 

y me concedáis vuestro auxilio, vuestra santa mediación 
para que vea cumplidos mis deseos de paz, 
de amor, trabajo, salud y bienestar. 

Sabiendo que nada os es imposible y en todo socorréis

os ruego uséis la gran influencia que tenéis 
y me hagáis el favor de llevar ante vuestra Santísima Hija, 
mi adorada y venerada Madre la Virgen María

y ante vuestro adorado nieto, mi hermano y Señor Jesús,  

esta pena que me aflige y es causa de mi desesperación:

(decir el problema y lo que se desea conseguir). 

Oh insigne Patriarca san Joaquín y bondadosa santa Ana, 

sé que podéis aliviar mis penas y sufrimientos, 

y aunque por mis faltas y pecados no merezco esta gracia, 

confío que por vuestros méritos y seguro amparo 
seré prontamente escuchado-a y atendido-a 
y recibiré sosiego en todo lo que me preocupa.

 
Acordaos de mí ahora que tanto os necesito,

os suplico no dejéis de interceder por mí 

para que mis grandes necesidades y mis graves problemas 

sean arreglados cuanto antes y encuentre la paz que busco.

Santos amables y dichosos, santos clementes y bondadosos,

no me dejéis sin alivio ante la adversidad, 

haced que siempre pueda contar con la Divina misericordia

y llenad mi alma de constante amor a Jesús y María,  

guiadme para que siga siempre las buenas sendas

 y sepa ser caritativo-a con mis semejantes,  

y sobre todo haced que no carezca nunca de fe y esperanza 

para que así consiga mi eterna salvación. 

Amén.+

Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.

Esta oración y los rezos se hacen tres días seguidos.