¡Gloria al Señor, Santo sea su Nombre!,
¡bendita sea su misericordia que nunca se agota!
Oh Señor Todopoderoso y Eterno,
Dios Padre que me brindas tu piedad y auxilio:
yo te amo, te adoro y jamás dejaré de confiar en Ti;
sé que estas conmigo en los momentos de mi diario vivir,
sé que inconmensurable es tu Amor y Bondad
sé que eres misericordioso con tus hijos
pues cuando te he llamado a mí has acudido
y me has demostrado que estás ahí para ayudarme.