Santísima Virgen María, dulce Madre de alma pura,
tesoro de la cumbre del Carmelo,
corona de los Ángeles, de los Mártires y Serafines,
designada por Dios para ser nuestra especial Abogada,
para ser nuestra gran protectora y defensora
ante cualquier dolor, carencia, pena o sufrimiento,
tiende tus manos hacia mí y dame tu maternal auxilio.
tiende tus manos hacia mí y dame tu maternal auxilio.