¡Oh, adorable Niño! ¡oh dulce Jesús mío!
Niño del pesebre, nuestro Dios, amigo y hermano,
¡Ven a nosotros con tu dulce amor
y recíbenos en tu dulce y Sagrado Corazón!,
que tus manitas repartan entre nosotros
los Auxilios Divinos que nos hacen falta.