¡Oh abogado y protector mío!, glorioso fray Martín,
que viviste lleno de amor a Dios y a los mas necesitados
y con inmensa bondad fuiste el mas caritativo,
el mas comprensivo y servicial de los hombres,
siempre socorriendo y ayudando a los mas necesitados,
yo, con absoluta fe en tu poder y bondad,
te ruego me mires con piedad
y derrames sobre mi tus dones Celestiales.
que viviste lleno de amor a Dios y a los mas necesitados
y con inmensa bondad fuiste el mas caritativo,
el mas comprensivo y servicial de los hombres,
siempre socorriendo y ayudando a los mas necesitados,
yo, con absoluta fe en tu poder y bondad,
te ruego me mires con piedad
y derrames sobre mi tus dones Celestiales.