¡Dulcísimo Jesús, fuente inagotable de misericordia,
Señor de bondad, Dios que siempre nos das consuelo,
a tu Sacratísimo Corazón me encomiendo;
Tu que eres camino seguro de Amor,
y eres nuestro Divino Maestro, nuestro protector,
ten compasión de mi y haz que vuelva a sonreír,
enmienda todo lo que aflige mi relación
y haz que pasen pronto estos malos momentos.