Bendito protector san Lázaro de Betania,
hombre bueno, limpio de corazón y lleno de fe,
que alojaste en tu casa a tu amigo Jesús el Buen Pastor,
y que, después de su Gloriosa Ascensión a los Cielos,
repartiste tus bienes entre los desvalidos
predicaste el Evangelio, su obra y Resurrección,
y estuviste siempre pendiente de los pobres y necesitados,
te ruego seas compasivo y generoso conmigo
y me consigas de Jesucristo la ayuda que necesito
para que se solucione mis problemas financieros.